Todo ahí se vende por peso. “Comprar a granel emula la experiencia de una carnicería común y corriente. Este es un formato con el que la gente está familiarizada y que permite adquirir en cantidades específicas”, explica Antonio García (34), uno de los dueños de Machete, negocio que levantó junto a su socio, el publicista Ángelo Flores (34).
Llevan diez años siendo amigos, pero todavía no cumplen uno entero siendo socios.
Ángelo y Antonio se conocieron en Cenizas, una banda de metal santiaguina inspirada en temáticas de veganismo y liberación animal. De hecho, su canción más escuchada en Spotify -con casi 30 mil reproducciones- se llama así mismo: “Animal Liberation”.
Mientras Ángelo lleva 20 años sin comer carne, Antonio es vegano desde hace 15. “Partimos nuestra idea queriendo masificar este negocio de los alimentos sustentables, pero en un formato que hiciera ruido”, comenta García. Para hacerlo, a fines de 2021 comenzaron a buscar referencias e investigar modelos similares en otros países como inspiración: la
Rudy’s Vegan Butcher en Londres, un par de carnicerías veganas en Estados Unidos y Bélgica.
Analizaron la industria chilena y vieron que, si bien ya existen productos que emulan cárnicos y que son a base de vegetales,
no había ningún negocio que apostara por reducir la cantidad de plástico de estos envases a la hora de comprar en mayor volumen.
“En el mercado solamente había productos empaquetados de, por ejemplo, 250 gramos. Entonces si uno quería comprar un kilo porque quería hacer un carrete con amigos, terminaba con cuatro de estos plásticos. Como el veganismo tiene un trasfondo de consciencia con el daño ambiental al planeta, pensamos que usar toda esta cantidad de plástico era un mal que se podía minimizar”, relata Antonio.
Con Machete también pretendían armar un
espacio seguro para que la comunidad vegana pueda abastecerse de insumos y con la tranquilidad de que todos los productos del local iban a ser completamente de origen vegetal.
Con todo esto en mente, en enero de 2022 comenzaron a echar a andar el proyecto y contactar a los proveedores que elaboran sus productos, ya que ellos no fabrican nada en el local.
Durante todo el primer semestre de este año acondicionaron el local que arrendaron en el Boulevard Alameda y -luego de varios meses de trámite con la Seremi de Salud y las ganas de comenzar a vender a tope-,
inauguraron el 2 de julio lo que sería la primera carnicería vegana del país. “Creímos que hoy nos iba a ir bien, pero jamás imaginamos que nos dejarían sin stock!!”, publicaron desde la cuenta de Instagram de Machete el mismo día de la inauguración. Antonio recuerda la ansiedad previa a abrir. Se cuestionaron si es que la gente iba a entender el concepto.
“A muchas personas les choca esto, y nos preguntan por qué usamos el color rojo y el concepto carnicería. Piensan que hay una contradicción. Pero a nosotros nos gusta generar ese ruido y que la gente vea que esto es una carnicería y que es vegana”, argumentan. A pesar de los temores, ese día el boulevard se llenó.