Punto de partida
Fondo de Texas lidera ronda de US$ 4 millones en Andes STR
Sebastián Rivas toma el llamado desde Virginia, Estados Unidos. Dice que está viajando por trabajo, algo común y que se refleja en la historia de Andes STR, la compañía que fundó en 2019 y que funciona como una plataforma para ayudar a inversionistas institucionales a administrar propiedades tipo Airbnb.
Rivas vive en Austin, Texas, pero empezó el negocio en Toronto, Canadá. Y el primer fondo que apostó por ellos fue de Chicago. Chile no fue su primer mercado y -dice- eso fue una de las claves del rápido crecimiento.
Aseguran haber creado un sistema -en constante evolución- que “replica al mejor inversionista posible en propiedades tipo Airbnb y lo digitaliza. Lo que puede demorar 200 horas lo hace en milisegundos”, dice Rivas. Todo con inteligencia artificial.
Rivas (CEO) es ingeniero civil y Matías Duhart (CIO), su socio, estudió ingeniería comercial. Ambos son mejores amigos desde el colegio y siempre quisieron emprender. Pero antes, pasaron por el mundo corporativo: el primero tomó el camino de las finanzas corporativas y durante dos años trabajó en HSBC en Canadá, y el segundo, por su parte, pasó por Econsult y distintos family offices.
La chispa se prendió en 2016. Rivas vivía en Toronto y se compró un departamento como inversión. “De casualidad se me ocurrió ponerlo en Airbnb en vez de arrendarlo directamente y empezó a generarme US$ 3 mil de ingresos mensuales. Era descabellado”, recuerda. Llamó a su amigo y le contó las cifras. “Es imposible”, le respondía Duhart. “No he visto números así, debe ser suerte”.
Pero no lo era. Mes tras mes la cifra no bajaba. Empezaron a pimponear ideas de negocio alrededor de esto. Rivas se contactó con Blackstone y Brookfield, dos de los fondos más grandes del mundo, y les preguntó si habían invertido en este tipo de propiedades. “No, pero nos encantaría, sabemos que los retornos son altos”, le dijeron ambos.
Covid-19
En febrero de 2019 Rivas dejó su trabajo en HSBC para dedicarse a tiempo completo a Andes. Desde 2018 venían haciendo modelos financieros y de estadísticas y “nos sentíamos cómodos para empezar”, afirma. Incorporaron la empresa en Toronto y en seis meses tenían 60 propiedades bajo administración y una facturación de US$ 350 mil.
Un año después llegó el Covid y el panorama cambió. Siguieron siendo rentables, pero los modelos ya no eran los mismos. El manejo de propiedades y preferencias de los arrendatarios mutaron, y hubo que bajarle el ritmo a la empresa. Rivas se fue a estudiar un MBA a Chicago Booth. Con Andes en la cabeza tomó cursos de emprendimiento y tecnología. También hizo una especialización en data science y una práctica en Amazon Web Services para aprender de tecnología.
Ganadores en Chicago
“Pero en 2021 pasaron dos cosas muy choras”, destaca Rivas. En primer lugar, el Covid ya iba en retirada y se veía la luz al final del túnel. Y en segundo lugar, postularon a la competencia New Venture Challenge de la Universidad de Chicago, una de las aceleradoras más importantes de Estados Unidos. Aunque asegura que tenían pocas expectativas, fueron seleccionados.
De las 60 startups seleccionadas pasaban a una segunda etapa 30. “Yo creo que pasamos por diversidad. Necesitaban un latino”, asegura entre risas el CEO. Pero al parecer, los jueces opinaron distinto. De los 30 seleccionados, fueron los ganadores: Andes fue la primera startup con fundadores latinos en recibir el premio.
Gracias a la competencia levantaron US$ 680 mil. Sumado a otros tickets, llegaron a US$ 1 millón de inversión, en una ronda liderada por Valor Equity Partners, inversionistas de Tesla, SpaceX y Reddit. “No estábamos seguros si tomar la inversión”, declara el emprendedor, ya que tenía ofertas para quedarse en Amazon o para trabajar en Goldman Sachs. Ambas incluían green card y sueldo asegurado. Con cada persona con la que habló le dijo que no tomara esa inversión, incluído su padre.
Los fundadores de Andes hicieron oídos sordos y se lanzaron. A esa ronda terminaron agregándole US$ 3 millones adicionales. El cuento iba en serio. Contrataron talento salido de los mejores MBA de EEUU y abrieron el mercado estadounidense. Por regulaciones, cerraron el negocio en Canadá.
Mi primer millón
En noviembre de 2022 llegaron al primer millón de dólares. Fue un año después de comprar la primera propiedad, Hoy están con una facturación anual recurrente de US$ 4 millones y tienen más de 320 propiedades entre Chile, Orlando, Miami, Alabama y próximamente Atlanta. Ellos no compran directamente las casas o departamentos, lo hacen los inversionistas institucionales a través de Andes. Ya cerraron acuerdos con WEG Capital, Compass, Greystar, BR Capital, Asset Chile e inmobiliarias como ICOM e Isacorp.
La startup tiene dos aristas de negocio: las inversiones institucionales en inmuebles de corta estadía y el arriendo de éstos por parte del cliente retail. Son una plataforma de administradores de propiedades, ellos no tienen los activos ni contratan a los que se hacen cargo de la propiedad. Rivas se compara con Uber. Al final del día, dice, son una plataforma y eso les permite escalar rápidamente. Trabajan 50 personas en la firma.
En Chile, aunque dicen que la competencia no es directa, hay empresas como Hom, ReadyBook y Happy Host que tienen más de 100 propiedades. En el mundo, los líderes de la industria son Vacasa -cuya acción ha caído un 97% desde su IPO- y Kasa, que levantó US$ 70 millones el año pasado.
Ronda de US$ 4 millones
Las cifras y el crecimiento han cautivado a capitalistas de riesgo y acaban de cerrar una ronda de US$ 4 millones liderada por Executive Venture Fund, un fondo institucional basado en Austin, fundado por Ankur Aganwal, el ex director de Vista Equity Partners, uno de los private equity más grandes del mundo. A la ronda también se sumó Evolution VC y el fondo chileno Taram Capital, liderado por Felipe Camposano, además de family offices.
Con esto, esperan terminar facturando US$ 5,5 millones en 2024. El próximo año proyectan llegar a US$ 9 millones y el 2026 alcanzarán, dicen, los US$ 20 millones de facturación.