“En terreno la gente se acerca a saludarla, le hacen preguntas y muchos la tratan de “Tía Daza”, cuenta una de sus asesoras. Destacan también su energía: “Es súper exigente y hay que seguirle el trote. Y en los momentos más complicados se pone más como caballo de carrera. Pero también sabe delegar y es muy respetuosa, jamás va a salir con una pachotada”.
La dinámica con el ministro Paris y el subsecretario Dougnac es muy cercana, afirman, y más allá de los chistes sobre las preguntas en los reportes Covid -que han sido revisadas previamente en conjunto-, son un equipo afiatado.
Quienes trabajan con ella coinciden en que la doctora no tiene aspiraciones políticas y de momento su foco está puesto exclusivamente en el manejo de la pandemia. Una vez que acabe este periodo presidencial se la imaginan retomando la actividad académica o trabajando en alguna organización de salud pública.
Capital político
Según la encuesta Cadem, la doctora se mantiene como la política mejor evaluada del equipo del presidente Sebastián Piñera, alcanzando un 68% de aprobación en la última medición correspondiente al 31 de mayo. “Ella es un caso muy particular de popularidad para un funcionario de este gobierno e incluso para la derecha en general”, plantea Roberto Izikson, director de Plaza Pública Cadem.
Señala que las autoridades de la salud obtienen una mejor evaluación respecto del manejo de la pandemia, en torno al 40%, en comparación con el 20% de aprobación presidencial. En cuanto a Daza, Izikson sostiene que su protagonismo creció de forma significativa cuando Enrique Paris asumió como ministro, tras la salida de Jaime Mañalich, y esto tiene que ver con el liderazgo de equipo que impulsa el actual jefe de la cartera.
“Cuando la subsecretaria comenzó a responder las preguntas durante los reportes Covid, la gente valoró que se haya mantenido desde el inicio en la primera línea, asumiendo un rol difícil, sin aspiraciones políticas y centrada en hacer su pega”, agrega el gerente de asuntos públicos de Cadem.
“Capacidad de resolver problemas con empatía”, son los principales atributos que explicarían la alta aprobación de Daza, suma. Si a esas características profesionales se le agrega la dimensión de “icono pop” que ha adquirido la subsecretaria, se podría catalogar de fenómeno. Izikson incluso adelanta que tras las primarias de Chile Vamos, el candidato que salga electo para representar a su sector posiblemente querrá acercarse a la figura de Daza por su potencial político.
La subsecretaria se define como independiente y es muy discreta respecto de sus preferencias políticas aunque en el pasado colaboró en la precampaña presidencial de Andrés Allamand, cuando este se enfrentó a Pablo Longueira, y también se sumó al equipo de Sebastián Piñera como candidato. Con el presidente, sostienen cercanos a ella, mantiene una buena relación de respeto y confianza.
La mirada familiarLoreto Daza, periodista y hermana menor de la subsecretaria, afirma que la única que puede responder sobre un eventual futuro político, es la propia doctora. Pero como familiar, comenta, cualquier decisión que alejara a su hermana de la gestión directa de salud pública, le extrañaría dado que es una total apasionada de su trabajo.
Sobre su creciente popularidad, se la adjudica en gran medida a la autenticidad. “La Paula tiene una gran virtud: siempre se muestra tal cual es, con sus fortalezas y debilidades. Mostrarse así de auténtica ha hecho que tenga mayor credibilidad. Es trabajadora, comprometida y no transa su personalidad”, señala Loreto. Agrega que la aparente energía inagotable de la subsecretaria se debe a que su hermana duerme bien por las noches: “Descansa, se recupera y parte de nuevo. Tiene un tesón impresionante y lo ha demostrado siempre”.
La menor de los cinco hijos hermanos Daza, entre ellos José Luis, reconocido economista, cuenta que la familia no suele referirse a la esfera pública de la doctora. En las visitas que realizan a su madre, Carmen Narbona, de 92 años, o en el Whatsapp que comparten hermanos y sobrinos, hablan de temas familiares y personales. Pero, de todas maneras, reconoce, recibir el Copihue de Oro fue gratificante para la pediatra porque era la ciudadanía la que votaba el premio.
“Nunca ha buscado visibilidad. Cuando aceptó el cargo de subsecretaria no tenía cómo saber que vendría una pandemia. Comunicacionalmente ha crecido este tiempo, habla con más seguridad, pero sigue siendo la misma. El cariño de la gente la fortalece, pero no la hace perderse porque se mantiene en permanente contacto con personas que lo están pasando muy mal”, señala la periodista.
Amistades que marcanAdemás de Paris y Dougnac, otros médicos con los cuales la subsecretaria se mantiene en contacto son Marcelo Mosso, director de Fonasa, y la doctora Nelly Alvarado, especialista en Salud Pública. Durante estos años trabajando en el gobierno, Daza también ha generado una relación estrecha con un grupo de subsecretarias con las cuales mantienen un grupo de Whatspp, especialmente con la subsecretaria de Prevención del delito, Katherine Martorell.
“Con la pandemia nos ha tocado trabajar juntas, coordinando temas de fiscalizaciones y permisos. Nos hicimos muy amigas, porque una experiencia de vida así, enfrentando algo que no conoces y sobre lo que en un comienzo no existía mucha información, te marca”, afirma Martorell. Sobre Daza y su alto nivel de aprobación, la subsecretaria se explaya: “Paula es empática y cercana, pero además es una mujer muy profesional, fuerte, un roble, estoica, hasta en los momentos más complejos. Como le digo yo: Siempre una lady, explicando calmada y transmitiendo seguridad. Lo da todo, es incansable, y eso la gente lo siente y lo agradece”.
Para Daza ha sido una sorpresa, dice su compañera de equipo, pasar a ser referente de moda o pop, porque no es vanidosa ni busca ese tipo de aprobación: “Se lo toma con humor. Entiende que es parte del proceso que le ha tocado y un reconocimiento a su persona”. Martorell no duda que la amistad entre ellas perdurará más allá de este gobierno y de la crisis sanitaria: “Lo que hemos vivido juntas espero que no se repita, pero no se olvida”.
El efecto de sus blusas en redes sociales
Un punto clave en la curva ascendente de popularidad de Paula Daza, lo marcó la creación del Instagram @blusas_de_paula_daza que llegó a tener 90 mil seguidores. La diseñadora industrial Francisca Sanhueza (33), una de las responsables de la cuenta, quiso destacar las tenidas de la subsecretaria de Salud Pública, y en particular la variedad y estilo de sus blusas.
El tema agarró vuelo, Francisca dio algunas entrevistas y sus seguidores triplicaron los de la cuenta oficial de la doctora. Incluso el ministro Paris hizo alusión a las Blusas de Paula Daza en uno de los reportes Covid, y la propia subsecretaria señaló, en entrevista con Canal13, que su hija la ayudaba con los looks.
Pero a mediados de mayo, Sanhueza recibió un mensaje de la aplicación donde se le informaba que la cuenta sería desactivada por suplantación de identidad y le pedían un documento que certificara que ella era Paula Daza. Como claramente esa no era la intención, la cuenta finalmente se cerró: “Lo lamentamos y esperamos que a ella no le haya molestado, siempre fuimos respetuosas”.
El 14 de mayo, Roberto Jeldres (28), abrió otra cuenta llamada @blusasdepauladaza que en un mes suma 11 mil seguidores. “Ella ha visto nuestras stories e incluso nos siguió desde su cuenta personal, pero luego dejó de seguirnos, quizás por protocolo”, cuenta su creador. En una de las imágenes, publicada el 22 de mayo, el texto celebra una blusa “totalmente étnica, atreviéndose cada día más con tonos pasteles y geométricos”.
Uno de los comentarios a continuación es de @aureliatienda.cl, quien le vendió la prenda a Daza. Pilar Fuenzalida es la dueña de esta boutique que antes de la pandemia funcionaba en el Apumanque y que en mayo del año pasado pasó a formato online. Aurelia se especializa en blusas y camisas importadas de las cuales ofrece unas 4 ó 5 unidades por diseño: “Mi público son mujeres profesionales que quieren verse bien pero no uniformadas, y buscan originalidad”.