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Josefina Tapia: La skater chilena que debutará en los Juegos Olímpicos
Este ha sido un gran año para Josefina Tapia (19). En enero apareció como uno de los 100 jóvenes líderes de El Mercurio, la más joven de la selección a sus entonces 18 años. En mayo, la rider nacional estaba con su madre y entrenadora Alejandra Varas, compitiendo en Des Moines, Iowa, Estados Unidos, cuando les confirmaron que había quedado seleccionada en Tokio. “Clasificaron 20 deportistas mujeres de todo el mundo en skate park, y la Jose fue la número 18”, cuenta Alejandra.
Josefina es la menor de sus tres hijos, los mayores son Joaquín (22) y Vicente (20). Son una familia deportista, viven en Cachagua y todos surfean. El padre, Isaac “Icha” Tapia Figueroa, fue un destacado surfista y uno de los pioneros de este deporte en nuestro país. Murió en enero de 2015, producto de un golpe con su tabla, mientras participaba de una conmemoración a otro legendario surfista, Cala Vicuña, en la playa de Cachagua.
Esta tragedia, lejos de producirles distancia con las olas, los ha unido como familia en torno a esta actividad. “Nos encanta surfear juntos. Lo que más recordamos como familia es el estilo de vida que nos heredó Icha. Y cuando él se murió yo me volqué a mis niños. Respiramos deporte”, cuenta la paisajista.
De joven ella fue patinadora, por eso cuando Josefina comenzó a andar en skate, hace 7 u 8 años, supo reconocer el talento en su hija y le construyó una rampa en su casa de Aguas Claras, comuna de Zapallar. “Partió con una tabla Penny que le regaló su papá. En una competencia aquí en Cachagua le prestaron un skate y salió tercer lugar. Entonces se cambió”, cuenta su madre y entrenadora.
Enumera algunos de los hitos de estos años: en 2017 fueron a entrenar a Florianópolis, Brasil; en mayo de 2018 Josefina salió cuarto lugar en Garopaba y en diciembre de ese año ganó medalla de oro en la categoría Park del Panamericano de Skateboarding en Perú. Y así, distintos pasos, hasta llegar al momento de la clasificación a los Juegos Olímpicos.
Una familia olímpica
Josefina está finalizando un entrenamiento intenso de 70 días en San Diego, California, a cargo del coach brasileño Cristiano Mateus. Alejandra no pudo acompañarla en esta oportunidad porque algunos problemas de salud le impiden viajar. Reconoce que es muy difícil no estar junto a su hija en estos momentos y después de todo el camino que han recorrido juntas. “Sé que ella me necesita. Aunque a veces peleemos, yo le doy seguridad. Además le hago masajes, le preparo el desayuno que le gusta, le hago todo. Como soy deportista frustrada, me pongo con todo para apoyarla. Somos una familia olímpica”, comenta.
Durante este tiempo también ha estado a cargo de conseguir financiamiento, porque los costos asociados al entrenamiento y competición de un deportista olímpico son cuantiosos, y aunque cuentan con el apoyo de la Federación de Hockey y Patinaje, y la Beca Proddar, los recursos se hacen insuficientes. Ahora que Josefina tendrá la visibilidad de los Juegos Olímpicos, es el momento de levantar algunos apoyos para que su carrera profesional pueda continuar, y a eso está dedicada Alejandra estos días.
Agradece la ayuda económica que le han otorgado algunos de los clientes de su trabajo como paisajista, y a empresas como Banco de Chile, Toyota, Vans y Red Bull, además de marcas especializadas de skate, pero agrega que necesitan sumar seguidores en su cuenta de Instagram @jose.tapiav para que otras marcas consideren a la deportista una posible influencer.