Cultura
Karen Lein: “Queremos darle la vuelta a la mala publicidad sobre el puerto” de Valparaíso
Se conecta por Zoom desde el hotel Augusta en Valparaíso, y advierte que en cualquier momento tendrá que interrumpir la conversación para despedirse de unos huéspedes que van de salida.
A los pocos minutos hace un gesto y se la escucha interactuar con ellos en un articulado francés. De vuelta en la entrevista y consultada por su dominio de la lengua gala, Karen explica: “Cuando llegué a Valparaíso decreté que iba a ser alcaldesa, idea que ya se me quitó, por suerte. Y que iba a aprender francés”.
Habla cuatro idiomas: castellano, inglés, italiano (vivió en Milán) y alemán (su familia es de origen austriaco). Pero le faltaba francés, y era un conocimiento que le servía para el turismo. “Me metí a clases online hace casi dos años con una chica camerunesa que vive en Lérida, Cataluña. Me encanta. Ahora estoy en un chapurreo que intenta perfeccionarse, pero es bueno mover la cabeza”. Esa energía y ánimo de permanente acción es lo que mueve a Karen Lein (49).
Estudió ingeniería comercial en la Universidad Católica. Entre 2011 y 2003 estudió un máster en Fashion Management en SDA Bocconi, Milán.
Cuando volvió a Chile y decidió por dónde desarrollar su carrera, le hizo sentido partir por el retail. Entró a los entonces Almacenes Paris, multitienda que se encontraba cuarta en el mercado, tras Falabella, Ripley y La Polar. Ahí estuvo casi 10 años, de 2003 a 2013, con una interrupción.
“Fui ejecutiva de 8 a 8, lo pasaba increíble. Hice una carrera bastante meteórica, me and myself, hasta que en un momento se me ocurre casarme y ser mamá. A los 35 llega mi primer hijo, Cristóbal, y fue mi primer tacle. La vida se me reconfiguró totalmente. Al año y medio llegó la Paz, mi segunda hija. Dije: “This is it! No voy a ser capaz”, cuenta Karen.
Entonces era gerenta de la división de accesorios, cargo que define como “el jamón del sándwich” porque involucra logística, marketing, proveedores, etcétera. “Te tiene que gustar mucho el estrés. Pero fue una época muy entretenida, el desafío era absoluto y logramos pasar al segundo lugar en el retail”, agrega.
Tras el nacimiento de su segunda hija, decidió renunciar, y aunque sus jefes del momento -Jaime Soler y Ricardo Bennet- le propusieron trabajar medio día con flexibilidad, ella sabía que eso sería improbable de cumplir y optó por priorizar la maternidad: “Una parte de mi cabeza estaba concentrada en mis criaturas”.
Pero poco tiempo después, asegura, quiso volver. Estuvo otro año en la empresa, que en 2005 fue adquirida por Cencosud, a cargo del manejo de marcas internacionales como Topshop, Woman Secret, Topman. Y luego tomó una decisión más radical: renunció, se separó y se propuso partir de cero en otra ciudad para cambiar de ritmo de vida.
Al puerto las maletas
“Se me apareció Valparaíso y pensé en este lugar hay todo por hacer. Karen Lein se pone la capa de superhéroe y sale al rescate”, comenta riéndose de sí misma.
Comenzó a estudiar opciones y a preparar el desembarco familiar desde 2013. Primero arrendó un departamento y llevaba a los niños al puerto durante los fines de semana. Ya a finales de 2014 compró una casa en Viña del Mar, donde se instalaron los tres.
“Me empecé a vincular. Cuando llegué no tenía ningún network, no conocía a nadie”, recuerda. Se encontró con Edmundo Eluchans Urenda, entonces presidente de la Cámara de Diputados y parte del think tank porteño Fundación Piensa. “Él me fue conectando con distintos actores de la ciudad”, agradece Lein.
Durante sus primeros años en la V Costa hizo clases en la UAI de Viña del Mar, intentando replicar lo aprendido en Milán: “Fue un fracaso absoluto, no tengo alma de profesora. Hice algunos semestres con una inspiración de lo que había estudiado en Italia. Allá hace sentido porque hay un sistema, pero acá no aplicaba”.
En Valparaíso conoció también a Carolina Arias, periodista, emprendedora, dueña del Bazar La Pasión y restauradora. Ella le habló de una casa a la venta en la calle San Enrique, Cerro Alegre, y Lein decidió comprarla con la condición de que Arias la ayudara con el proyecto de renovación para transformarla en hotel.
“Todo el mundo me dijo: ‘lo único que no necesita Valparaíso es otro hotel’, ‘no hay demanda’”. Pero ella quiso jugársela por un concepto tipo bed and breakfast europeo y formato boutique. Augusta Hotel abrió en febrero de 2018, tiene seis habitaciones amplias (de 36 metros cuadrados), cocina integrada y servicio de desayuno.